Y pensar,
Patricia
que, trasciende hiriendo mi
razón
como un torbellino
enhebrado,
una corriente anhelante
de humo ocre que se extiende
con forma alucinante
en la oscura noche
que inquieta mi corazón.
Hacia ti,
hacia el sol,
en ti (alada tierra
fecunda),
frente al mundo
¡Quiero vencer!
Controlar mi respiración,
ser la culminación que
equilibra
éste impulso moribundo
y sentir;
jadear;
dejar que nazca el día.
Como una flor bonita
y también profunda,
como el viento que penetra
o el trueno en movimiento;
como la intensidad creadora
o el firmamento;
como una niña;
cómplice.
Ser el naranjo ameno en
primavera
que impregna pasión,
la sustancia de tu sexo;
y en tu palabra
la fuerza de tu hélice.
Patricia
Hermoso. Muy hermoso Patricia.
ResponderEliminarUn poema que llega al corazón
por su entrega y su belleza indiscutible.
Me gusta mucho.
Un beso poetisa.
Moisés Cañizares Jiménez