Vertedero
Una emocionada lágrima negra cae silenciosa
y ensombrece el rostro del desamparado.
Aquí, en la solitaria ciudad,
que danza maldita chapoteando en sus propias heces.
Se escurre el día, se escurre;
por el este, por el oeste, por el norte, por el sur:
atrapado en el viento.
Y en la noche se escucha un grito lejano
que la tiniebla del ocaso devora en un lamento distante.
Aqui la compasión se olvida en el eje del tiempo.
Aquí en la solitaria ciudad.
Se escurre el día, se escurre;
por el este, por el oeste, por el norte, por el sur:
atrapado en el viento.
Patricia Lluna Redona